Enjuaga la albahaca fresca bajo el chorro de agua fría y sécala a golpecitos. Una vez seca la albahaca, pica los tallos y las hojas tiernas. Esto ayudará a que se descompongan más uniformemente en la batidora.
Si no utilizas una batidora, pica finamente la albahaca hasta que esté picada pero no blanda.
Vierte el aceite de oliva, el vinagre blanco y el vinagre balsámico en el recipiente de una batidora de alta potencia o de inmersión. Añade con cuidado la mostaza de Dijon, la crema agria, la albahaca fresca y el azúcar (opcional).
Añade una pizca de sal kosher y unas cuantas grietas de pimienta negra recién molida al gusto. No te pases con la sal, ya que el queso azul contiene sal que añadirá sabor al aliño.
Tritura a potencia media hasta que el contenido de la batidora sea homogéneo y se pueda verter. Si la consistencia es demasiado espesa, añade unos chorros de agua para diluir la mezcla.
Añade el queso azul a la mezcla en el recipiente de la batidora.
Pon la batidora a velocidad baja y pulsa 5-6 veces para que el queso azul se deshaga en finos trozos pero no se disuelva completamente en el aliño.
Si el aliño se espesa después de añadir el queso azul, añade unos chorros de agua hasta alcanzar la consistencia deseada.
Pásalo a un tarro de cristal u otro recipiente apto para el frigorífico y disfrútalo.