Precalienta el horno a 400°F.
Llena una olla con agua y ponla a hervir. Cuece las conchas de pasta siguiendo las instrucciones del paquete.
Esto puede variar de una marca a otra, pero por lo general requiere de 10 a 12 minutos de cocción, quizá con un poco de sal añadida.
En un bol, añade los quesos ricotta, mozzarella y provolone junto con el parmesano, la albahaca, el orégano y el ajo. Mézclalo todo bien.
Enjuaga las cáscaras de pasta con agua fría y asegúrate de que no se acumula agua en su interior.
Rocía una sartén con spray antiadherente y añade 1 taza de marinara en el fondo de la misma.
Ahora cogemos el relleno que hemos mezclado antes y rellenamos las conchas de pasta con 2 cucharadas del relleno por concha. También puedes utilizar los dedos como cuchara si crees que puedes medir mejor la cantidad.
Coloca las conchas sobre la salsa marinara y cubre con papel de aluminio.
Hornea durante 20 minutos a 400°F.
Mientras se cocina, podemos coger una sartén y derretir en ella la cucharada de mantequilla. A continuación, añadimos el pan rallado, seguimos removiendo hasta que las migas adquieran un bonito color marrón tostado y las pasamos a un bol aparte.
En la misma sartén derretimos otras 6 cucharadas de mantequilla y añadimos el ajo que saltearemos durante 1 minuto.
Al ajo salteado, añadimos ahora la mitad y la mitad y tanto la mozzarella como el parmesano. Removemos bien hasta que todo se mezcle y la salsa quede bien homogénea.
Saca las conchas del horno y echa la salsa alfredo por encima y por los lados. Y añade un poco más de la marinara por encima.
Espolvorea pan rallado y, si quieres, un poco más de queso parmesano por encima.
Por último, asa a fuego alto durante 2-3 minutos para que el queso se dore ligeramente.
¡Y ya está listo!