Siempre es mejor sazonar la pechuga de pollo de antemano y dejarla marinar en todos esos sabores antes de preparar una receta de pasta con pollo.
Se recomienda preparar el pollo y dejarlo en la nevera al menos 1 hora antes de cocinarlo.
Sazona el pollo con 2 cucharadas de condimento jerk, asegurándote de frotar bien el condimento y cubrir la carne de manera uniforme.
Pon el horno a 400°F y deja que se precaliente mientras se dora el pollo en el fuego.
Antes de cocinar el pollo, sácalo de la nevera y déjalo a temperatura ambiente durante unos 15 minutos.
Coge una sartén y añade 1 cucharada de aceite de oliva, luego deja que se caliente a fuego medio.
Coloca la pechuga de pollo en el aceite caliente y cocínala durante unos 3 minutos por cada lado, hasta que desarrolle una capa dorada, pero asegúrate de no dejar que se queme.
Una vez que el horno se haya precalentado a 400°F, es el momento de meter la sartén con el pollo en el horno.
Deja que el pollo se ase durante unos 30 minutos, o hasta que la temperatura interna alcance los 165°F (en caso de que uses un termómetro).
Mientras tanto, llena una olla grande con agua, añade un poco de sal y ponla a hervir.
Cuando el agua rompa a hervir, añade la pasta y deja que se cocine durante unos 8 minutos. Si quieres que la pasta esté al dente, asegúrate de seguir las instrucciones del envase.
Cuando esté cocida a tu gusto, guarda un poco de agua de la pasta y resérvala, luego escurre la pasta.
Después de unos 30 minutos, saca el pollo del horno, apártalo y cúbrelo con un poco de papel de aluminio para mantenerlo caliente.
Ahora que has preparado tanto el pollo jerk como la pasta, es el momento de empezar a trabajar en la salsa para pasta Bahama Breeze.
Puedes utilizar la misma sartén en la que has cocinado el pollo, para darle más sabor, o puedes coger una nueva y empezar desde cero.
Añade el resto del aceite de oliva a la sartén y, una vez que se haya calentado a fuego medio-alto, añade los pimientos y las cebollas en dados a la sartén. Deja que se cocinen durante unos 4 minutos.
Una vez que los pimientos y la cebolla estén blandos, es el momento de añadir la cebolla de verdeo y el jalapeño, y cocinar las verduras durante otros 2 minutos.
Cuando las verduras estén blandas y fragantes, es el momento de verter el caldo de pollo y llevar la salsa a ebullición.
Baja el fuego y añade la nata líquida, el parmesano y un poco de sal, y asegúrate de remover bien la salsa para que el parmesano se derrita.
Vierte un poco del agua de la pasta que guardaste para crear la consistencia deseada, pero asegúrate de añadir un poco cada vez.
Ahora es el momento de añadir la pasta cocida y combinar todos los ingredientes.
Sirve la pasta en un plato, y luego cúbrela con pollo picado y un poco de perejil.