Coge un bol para mezclar y combina todos los ingredientes necesarios para la marinada del salmón, incluyendo la mantequilla, el zumo de limón, la salsa de soja, la salsa Worcestershire, así como todos los condimentos y hierbas indicados.
Transfiere la marinada a un recipiente hermético y añade los trozos de salmón, asegurándote de que se cubren uniformemente.
El salmón debe reposar en esta marinada en la nevera durante al menos 30 minutos, pero es necesario dar la vuelta a los trozos un par de veces durante el periodo de marinado.
Este paso permitirá que todos los trozos de salmón absorban los sabores y aromas, que es la clave para un perfecto salmón a la parrilla Roadhouse.
Mientras el salmón se está marinando y absorbiendo todos los deliciosos jugos, puedes preparar tu salsa tártara casera Texas Roadhouse simplemente combinando todos los ingredientes indicados en un bol pequeño.
Una vez que tengas una consistencia perfecta de la salsa tártara, sella el bol y deja que la salsa se enfríe en la nevera hasta que llegue el momento de servir el salmón.
Cuando el salmón esté listo para la parrilla, sácalo de la nevera y escurre el exceso de marinada, ya que no quieres que el pescado se queme.
Añade un poco de aceite de cocina en un papel de cocina y pásalo ligeramente por la rejilla de la parrilla, asegurándote de usar correas para tu seguridad.
Antes de colocar los filetes de salmón en la parrilla, asegúrate de que ha alcanzado la temperatura recomendada, que es de unos 450 °F.
Si la parrilla no está lo suficientemente caliente, ésta es una de las razones por las que el pescado se sigue pegando a la rejilla de la parrilla.
Una vez que la parrilla esté lista, coloca el salmón en la rejilla con la piel hacia abajo, que es la clave para conseguir esa piel crujiente del salmón, pero también para evitar que el pescado se pegue a la parrilla.
Cubre la parrilla y ponla a fuego moderado para evitar que el pescado se queme.
Asa el salmón durante unos 8-10 minutos, o hasta que estés satisfecho con la textura. La piel debe estar dorada y crujiente, mientras que el interior de los filetes debe estar muy tierno y suave.
Saca la salsa tártara de la nevera, luego emplata el salmón y rocía la salsa por encima, o simplemente sírvela como salsa para mojar al lado.