Mezcla todos los ingredientes del condimento cajún casero indicados para crear una mezcla de condimento para el pollo y las gambas.
Añade el pollo y las gambas, y asegúrate de que todos estén cubiertos de manera uniforme, especialmente el pollo. Frota la mezcla de condimentos en la carne.
Añade una cucharada de aceite de oliva para que la carne absorba el condimento. Este paso también te facilitará la distribución uniforme del condimento.
Cubre el pollo y las gambas sazonados con un envoltorio de plástico y deja que se marinen en esta mezcla durante toda la noche, o al menos una hora antes de hacer el pollo y las gambas Applebee's Bourbon Street.
Cuanto más tiempo dejes marinar el pollo y las gambas en esta mezcla, más sabroso y aromático resultará el plato. El proceso de marinado también ablanda el pollo y permite que quede suave y jugoso.
Saca la mezcla de pollo y gambas de la nevera y déjala reposar a temperatura ambiente durante unos 30 minutos antes de cocinarla.
Coge una sartén antiadherente o una sartén y calienta una cucharada de mantequilla y una cucharada de aceite de oliva a fuego medio.
Añade los filetes de pollo a la sartén caliente y dóralos por ambos lados durante unos 5-8 minutos hasta que la capa exterior esté dorada.
Si no estás seguro de si el pollo está bien cocinado, siempre puedes utilizar el termómetro para carne y comprobar si la temperatura interna de la carne es de 165 grados F o superior.
Cuando el pollo esté cocido, retíralo de la sartén y resérvalo.
En la misma sartén, derrite otra cucharada de aceite de oliva y una cucharada de mantequilla a fuego medio.
Añade las gambas a la sartén caliente y cocínalas unos 2-3 minutos por cada lado. Es importante no cocinar demasiado las gambas; lo único que necesitas es una capa exterior carbonizada y dorada.
Cuando las gambas estén listas, retíralas de la sartén y resérvalas.
Añade la mantequilla restante a la misma sartén donde has cocinado el pollo y las gambas, y deja que se derrita a fuego medio.
Añade el ajo picado y saltéalo durante unos 45 segundos, o hasta que el ajo esté blando y fragante. Baja el fuego por si el ajo empieza a quemarse. Retira los trozos dorados del pollo y las gambas para evitar que el ajo se queme también.
Una vez que el ajo esté blando y fragante, es el momento de verter el caldo de pollo o el caldo de huesos, según prefieras.
Una vez que la salsa alcance un hervor bajo, reduce el fuego y deja que se cocine a fuego lento durante unos minutos. Acuérdate de remover la salsa, sobre todo cuando empiece a espesarse, para que no se queme.
Cuando la salsa haya alcanzado la consistencia deseada, viértela sobre el pollo y las gambas y sírvela caliente.