En un bol mediano, bate la harina, el bicarbonato y la sal, y reserva.

Bate el azúcar y la mantequilla con una batidora de mano a velocidad media-alta hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa. Asegúrate de que la textura no quede rugosa. Añade los huevos y el extracto de vainilla y sigue batiendo a velocidad media-alta, hasta que esté bien mezclado. Raspa la mezcla de los bordes cuando sea necesario.

Añade la mitad de los ingredientes secos y mezcla a velocidad baja hasta que estén bien mezclados. Repite la operación con los ingredientes restantes. Añade las pepitas de chocolate semidulce (y las nueces opcionales), tapa y refrigera durante al menos 60 minutos.

Precalienta el horno a 350 °F y prepara 3 bandejas para galletas con un tapete de silicona para hornear o con papel pergamino. Utiliza una cuchara para galletas o una cuchara para dejar caer la masa de galletas en cucharadas redondeadas sobre la bandeja para hornear. Ten en cuenta que deben quedar a 2,5 cm unas de otras, para que no se apelmacen. Consejo profesional: basta con un cuarto de masa.

Hornea las galletas de chocolate en la rejilla del medio para evitar que se cocinen demasiado durante unos 7-9 minutos. Retíralas del horno y pásalas a una rejilla para enfriar. Una vez cocidas, deben deslizarse sin romperse.