Mezclar 1 barrita de mantequilla con la harina en un bol pequeño. Mezclar con un tenedor hasta obtener una pasta cremosa. A continuación, reservar.
Enjuague las pechugas de pollo deshuesadas y sin piel bajo el chorro de agua fría y séquelas dando golpecitos con papel absorbente.
Colocar el pan rallado en el plato y pincelar ligeramente todos los lados del pollo con ½ de la mantequilla derretida.
Rebozar el pollo en el pan rallado y untar el resto de la mantequilla derretida sobre el pan rallado con la brocha de repostería para humedecerlo.
Coloca una sartén de asar a fuego medio y baja el grill. Ase el pollo unos 5 minutos por cada lado hasta que esté bien cocido. A continuación, aparta las pechugas de pollo.
Precalentar el horno a 350°F.
A continuación, ponga a hervir el caldo de pollo en una sartén grande apta para horno a fuego medio-alto
Una vez que el caldo hierva, batir la mezcla cremosa de mantequilla y harina. Volver a llevar la olla a ebullición y seguir batiendo hasta que la salsa espese. Pero tenga en cuenta que también debe poder verterse.
A continuación, bata el vino y el zumo de limón y reduzca el fuego a fuego lento.
Añada a la salsa los champiñones y el jamón serrano cortado en dados. Deje que se cocine a fuego lento durante otros 5-10 minutos. Después, añade la pechuga de pollo a la plancha a la sartén con la salsa.
Cubra cada pechuga con queso, luego coloque la sartén en el horno para hornear durante unos 4 minutos hasta que el queso se derrita.
Pasa el pollo a los platos de servir y vierte por encima la salsa con el champiñón y el jamón serrano . ¡Sirve enseguida y disfruta del tierno pollo con la sabrosa salsa!