Cuece la pasta al dente, que suele ser 2 minutos menos del tiempo recomendado. Escúrrela, añade aceite de oliva y remueve para cubrirla. Nota: también es importante enjuagar la pasta con agua fría para detener la cocción. Truco profesional: los rigatoni serán mucho más fáciles de rellenar que los ziti.
Prepara el relleno de queso para los tubos de pasta. Añade la mozzarella, el queso ricotta, el queso crema, el parmesano y el queso romano en un bol grande y remueve para mezclarlos. Puede que tengas que utilizar un tenedor para romper los trozos grandes. Introduce la mezcla en una bolsa con cierre, ciérrala y haz un pequeño corte en una esquina.
Introduce la mezcla de queso en un lado de cada tubo de pasta. A continuación, dale la vuelta y rellena el otro lado. Coloca los rigatoni rellenos en una bandeja de horno y congélalos durante unos 30 minutos. Truco profesional: si puedes, prepara la mezcla de queso con antelación. Así estará más blanda y será más fácil extenderla.
Prepara 2 bandejas para empanar: una con dos huevos batidos y la otra con el pan rallado más un poco de queso parmesano y condimento italiano opcional. Reboza la pasta rellena en harina y pásala por los huevos. A continuación, pasa los rigatoni por el pan rallado.
Precalienta el aceite a 350 °F y fríe 5-6 trozos de rigatoni empanados utilizando la espumadera. Fríe durante unos 3 minutos hasta que el queso empiece a rezumar lentamente. Forra un plato con papel de cocina y coloca allí los rigatoni cocidos para que empapen el aceite. Espolvorea los Ziti Fritta Rellenos con un poco de parmesano o perejil picado, y sírvelos con salsa Alfredo o salsa marinara casera.