Receta de galletas Brenda Gantt
Brenda Gantt es una antigua maestra de escuela convertida en chef que causó gran sensación en las redes sociales gracias a sus vídeos de cocina que publicaba con frecuencia en Facebook.
La gente se enamoró tanto de Brenda como de sus deliciosas recetas.
En 2021 publicó su primer libro de cocina, titulado It's Gonna Be Good, Y'all, que contiene una receta de galletas muy sencilla de hacer pero increíblemente deliciosa.
Son, ligeras, mantecosas, rápidas de hacer, ¡y son el acompañamiento perfecto para el desayuno!
Cómo hacer galletas Brenda Gantt
Lo mejor de estas galletas no es sólo que son extremadamente sencillas y deliciosas, sino que además utilizan ingredientes bastante comunes, muchos de los cuales ya tendrás a mano en la cocina.
Esto hace que preparar unas en un momento dado sea lo más fácil posible.
También te daremos algunas buenas sugerencias sobre cómo puedes animar esto y personalizarlo más para hacer tus propias galletas caseras.
Ingredientes:
- 2 tazas de harina autococinada
- 3/4 de taza de suero de leche
- 1/4 de taza de manteca Crisco
- 1/4 de cucharada de sal
- 1 cucharada de mantequilla salada
Número de porciones: 4
Instrucciones
A veces, preparar la masa perfecta puede ser un reto si no sabes lo que estás haciendo.
Pero no te preocupes.
Te detallamos cada paso. ¡Sigue nuestros pasos y te saldrá perfecta a la primera!
Lo más difícil es esperar a que se enfríen para poder comerlos cuanto antes.
Además, esta receta se puede ampliar fácilmente.
Si quieres hacer una cantidad mayor, hornéalos todos a la vez y guárdalos para más tarde.
Sólo asegúrate de que tienes suficiente espacio en la sartén para que quepan todos si no quieres cocinarlos en varias tandas.
Paso 1:
Empieza por precalentar el horno a 500-525 grados F.
Esto es bastante caliente, pero sólo los hornearás durante algo más de 10 minutos, y esto les ayudará a desarrollar esa encantadora capa exterior dorada.
Paso 2:
Coge una sartén y cúbrela ligeramente con un poco de la manteca Crisco.
Lo ideal es utilizar una sartén de hierro fundido para que el calor se distribuya lo más uniformemente posible, pero cualquier fuente apta para el horno en la que quepan las galletas será suficiente.
Paso 3:
Tamiza la harina en un bol de tamaño medio para que las galletas queden lo más ligeras y esponjosas posible.
Paso 4:
A continuación, añade la sal a la harina, mézclalos un poco y, con la mano, haz un pequeño pozo en el centro.
Paso 5:
Añade el resto del Crisco y el suero de leche en el hueco.
A continuación, mezcla ambos lentamente con las manos, introduciendo la harina en la mezcla poco a poco para asegurarte de que está bien mezclada antes de introducir más harina en el hueco.
Paso 6:
Sigue repitiendo esto, añadiendo sólo un poco de harina cada vez, hasta que toda la mezcla esté completamente mezclada.
Limpia tus manos antes de pasar al siguiente paso.
Paso 7:
Antes de empezar a trabajar con la masa, espolvorea un poco de harina sobre tu superficie de trabajo y tus manos para que no se peguen a nada.
Paso 8:
Saca la masa del bol y empieza a amasarla suavemente.
Si ves que todavía está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina en pequeñas dosis hasta conseguir la consistencia adecuada.
Paso 9:
Una vez amasada adecuadamente, dale unas palmaditas suaves hasta que tenga un grosor de unos dos centímetros (no es necesario que la pases por el rodillo, ya que el aspecto ligeramente irregular contribuye a la estética de estas galletas de estilo rústico).
Recórtalas con un cortador de galletas (¡o con una lata vieja!).
Consejo profesional:
Si ves que la masa empieza a pegarse al cortador, pasa un poco de harina por encima antes de cada corte, y verás que se despega de la masa de forma mucho más limpia.
Paso 10:
Coloca las galletas en la sartén, trabajando desde fuera hacia dentro, y coloca todas las que puedas.
A diferencia de lo que ocurre al hornear otras galletas, en realidad no pasa nada si éstas se tocan, ya que cuando las separes, esas zonas donde se tocan estarán un poco más blandas.
Paso 11:
Coloca la bandeja en la rejilla central de tu horno, y baja el fuego a 500 grados F.
Paso 12:
Hornea durante unos 12 minutos, o hasta que la parte superior adquiera un bonito color dorado y ya no parezca "húmeda".
Paso 13:
Cuando los bizcochos hayan terminado de cocinarse, sácalos del horno y ponlos en una rejilla para que se enfríen.
También puedes pincelar un poco de mantequilla derretida por encima para darles un toque final.
Sustitución de ingredientes
Esta receta es muy sencilla, así que sólo hay unos pocos ingredientes que podrías sustituir.
Afortunadamente, hay algunas sustituciones realmente efectivas que puedes hacer, tanto si te falta un ingrediente concreto como si es por razones dietéticas, como por ejemplo, si necesitas que no contenga lácteos.
Margarina
La margarina seguirá dándote esa agradable textura mantecosa y es un gran sustituto de la mantequilla salada si buscas algo sin lácteos.
Puedes utilizarla como un simple sustituto 1:1.
Leche + limón
Todo suero de leche es en realidad sólo leche con una fuente extra de acidez, así que tomar algo menos de una taza de leche y añadir una cucharada de zumo de limón (o vinagre blanco) funciona muy bien.
Déjalo reposar durante 5 minutos antes de añadirlo a tu receta.
Con qué acompañar las galletas Brenda Gantt
Aunque estas delicias hojaldradas y mantecosas son perfectamente adecuadas para comerlas solas, lo mejor es acompañarlas con una buena comida cocinada para complementar los sabores salados.
Fritura
Independientemente de cuál sea tu idea de la fritura perfecta, las galletas son un gran acompañamiento. Prueba con un huevo revuelto, bacon, salchichas y quizás unos champiñones fritos para empezar.
Pon un par de galletas de mantequilla como acompañamiento, y mejorará enormemente el plato.
Pastas para untar
No tienes que servirlas como acompañamiento de otra comida.
¡También puedes convertir las galletas en una comida!
Prueba a untar estas galletas con mermelada de fresa o mantequilla de cacahuete para convertirlas en mini postres.
Cómo recalentar las galletas Brenda Gantt
Aunque técnicamente se pueden comer a temperatura ambiente, realmente están mucho más deliciosas cuando se sirven calientes.
Aquí tienes los mejores métodos para que tus galletas se calienten bien y tengan la mejor experiencia de consumo posible.
Cómo recalentar las galletas Brenda Gantt en una olla
No queremos freírlas de ninguna manera, y no podemos cocinarlas al vapor, ya que lo último que queremos es que se empapen.
La mejor solución es envolver cada galleta en papel de aluminio y calentarlas en la sartén durante unos 30 segundos.
Luego dales la vuelta y caliéntalas otros 30 segundos.
Después de esto, deberían estar adecuadamente calientes y listas para comer.
Cómo recalentar las galletas Brenda Gantt en el microondas
Una vez más, la principal preocupación es que se humedezcan demasiado y se empapen.
Envuelve cada galleta en una toalla de papel húmeda, colócala en un plato apto para microondas y caliéntala entre 45 segundos y un minuto.
La toalla ayuda a controlar el contenido de agua y mantiene la textura mucho más deliciosa.
Cómo recalentar las galletas Brenda Gantt en el horno
Precalienta el horno a 350 grados F y forra una bandeja de horno con papel pergamino (el papel de aluminio también sirve).
Hornea las galletas entre 5 y 7 minutos para que se calienten.
Si te preocupa que queden un poco secas con este método, no dudes en cubrirlas con un poco más de mantequilla derretida.
Cómo recalentar las galletas Brenda Gantt en la freidora de aire
Precalienta la freidora de aire a 320 grados F y coloca las galletas en la cesta de freír.
Cocínalas durante sólo 2 ó 3 minutos y deberían estar bien calientes.
Cómo conservar las galletas de Brenda Gantt
Son tan sencillas de hacer que es una receta muy fácil de ampliar y cocinar muchas tandas a la vez.
Pero, ¿cómo guardar todas las que no puedas comer de inmediato?
Aquí tienes las mejores prácticas para guardar los bizcochos para después.
Guardar en la nevera
El aire frío de la nevera puede hacer que pierdan fácilmente su textura, así que la mejor solución es envolverlas bien en film transparente, papel de aluminio o papel de plástico.
Una vez refrigerados se conservan hasta una semana, pero cuanto antes los comas, mejor.
Guardar en el congelador
Cúbrelos con papel de plástico para que no se quemen en el congelador, y puedes congelarlos tal cual.
Para mayor comodidad, puede ser una buena idea pasarlos a una bolsa de congelación para mantenerlos todos juntos.
Una vez congelados, se conservarán durante 2-3 meses.
Receta de galletas Brenda Gantt
Equipment
- 1 sartén
- 1 recipiente para mezclar
Ingredients
- 2 tazas de harina de trigo
- ¾ de taza de suero de leche
- ¼ taza de manteca Crisco
- ¼ de cucharada de sal
- 1 cucharada de mantequilla salada
Instructions
- Empieza por precalentar el horno a 500-525 grados F. Esto es bastante caliente, pero sólo los hornearás durante algo más de 10 minutos, y esto ayudará a que desarrollen esa encantadora capa exterior dorada.
- Coge una sartén y úntala ligeramente con un poco de manteca Crisco. Lo ideal es utilizar una sartén de hierro fundido para garantizar una distribución del calor lo más uniforme posible, pero cualquier fuente apta para el horno en la que quepan las galletas será suficiente.
- Tamiza la harina en un cuenco de tamaño medio para que las galletas sean lo más ligeras y esponjosas posible.
- A continuación, añade la sal a la harina, mézclalos un poco y, con la mano, haz un pequeño pozo en el centro.
- Añade el resto del Crisco y el suero de leche en el hueco, y mezcla ambos lentamente con las manos, introduciendo la harina en la mezcla poco a poco para asegurarte de que está bien mezclada antes de introducir más harina en el hueco.
- Sigue repitiendo esto, añadiendo sólo un poco de harina cada vez, hasta que toda la mezcla esté completamente mezclada.
- Limpia tus manos antes de pasar al siguiente paso.
- Antes de empezar a trabajar con la masa, espolvorea un poco de harina sobre tu superficie de trabajo y tus manos para que no se peguen a nada.
- Saca la masa del bol y empieza a amasarla suavemente. Si ves que todavía está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina en pequeñas dosis hasta conseguir la consistencia adecuada.
- Una vez que esté bien amasada, dale unos golpecitos suaves hasta que tenga un grosor de unos dos centímetros (no hace falta que la pases por el rodillo, ya que el aspecto ligeramente irregular contribuye a la estética de estas galletas de estilo rústico). Córtalas con un cortador de galletas.
- Consejo profesional: si ves que la masa empieza a pegarse al cortador, pasa un poco de harina por encima antes de cada corte, y verás que se despega de la masa de forma mucho más limpia.
- Coloca las galletas en la sartén, trabajando desde fuera hacia dentro, y coloca todas las que puedas. A diferencia de lo que ocurre al hornear otras galletas, en realidad no pasa nada si éstas se tocan, ya que cuando las separes, esas zonas donde se tocan estarán un poco más blandas.
- Coloca la bandeja en la rejilla central de tu horno, y baja el fuego a 500 grados F.
- Hornea durante unos 12 minutos, o hasta que la parte superior adquiera un bonito color dorado y ya no parezca "húmeda".
- Una vez que los bizcochos hayan terminado de cocinarse, sácalos del horno y ponlos en una rejilla para que se enfríen. También puedes pincelar un poco de mantequilla derretida por encima para darles un toque final.
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