Zanahorias babosas: Todo lo que debes saber para prevenirlas
Las zanahorias constituyen la base de la cocina. Son tan versátiles que es prácticamente posible cocinar cualquier plato incluyéndolas en tus recetas. Pero la cuestión es que la compra a granel de estas verduras puede ser muy complicada si no se almacenan adecuadamente.
Las zanahorias tienden a crear una capa viscosa que siempre suscita la pregunta: ¿por qué hay baba en mis zanahorias? Y, ¿es seguro consumir zanahorias viscosas?
En general, comer zanahorias babosas no te hará daño, pero también depende de cuándo las hayas comprado y de cómo las hayas almacenado.
En este artículo, veremos de forma exhaustiva por qué las zanahorias están viscosas y cómo puedes prevenirlas almacenándolas adecuadamente.
¿Por qué mis zanahorias están viscosas?
Si notas que tus zanahorias están viscosas a los pocos días de haberlas sacado de la tienda, puede deberse a las condiciones de almacenamiento.
De vez en cuando, ocurre en su viaje desde el supermercado hasta tu casa. En alguna ocasión, ocurre que los fabricantes y transportistas no las almacenan adecuadamente cuando van de camino a los distintos supermercados y mercados agrícolas, por lo que se estropean fácil y rápidamente.
¡Pero no todas las zanahorias babosas se estropean! Hay una diferencia considerable entre las zanahorias de tamaño normal y las zanahorias baby. Pueden parecer la misma cosa pero de distinto tamaño, pero son totalmente diferentes:
- Las zanahorias normales suelen venir con su piel. Esta fina capa cubre las zanahorias, conservando su humedad y sus propiedades.
- Las zanahorias baby se venden en bolsas más pequeñas y están peladas y listas para comer. Al quitar esa capa, las zanahorias quedan expuestas a diversos factores que las ponen en riesgo de estropearse fácilmente.
¿Qué es la baba de las zanahorias?
Cuando tus zanahorias empiezan a estar un poco resbaladizas y tienen ese aspecto húmedo, significa que han empezado el proceso de putrefacción. Las células del interior de la hortaliza se están deshidratando cada vez más, de ahí la necesidad de crear humedad para sí mismas.
Sin embargo, esto no significa que no puedas comerlas. Hay algunas cosas que debes tener en cuenta antes de comer o cocinar con zanahorias babosas.
En primer lugar, comprueba su olor. Si huelen un poco mal, o su olor te recuerda a la lejía, es hora de tirarlas.
El olor es una de las primeras cosas que hay que notar no sólo en las zanahorias, sino en cualquier otro tipo de alimento que tengas por ahí en la nevera. Si un alimento tiene mal olor, te darás cuenta enseguida de que se ha estropeado y de que es hora de deshacerse de él.
En segundo lugar, debes fijarte en la textura. Cuando las zanahorias se ponen blandas, significa que ya no se pueden comer. A veces una zanahoria se vuelve blanda y blanda sólo en ciertas zonas, y mantiene su firmeza en otras partes, pero sigue sin ser segura para comer en ese punto.
Por último, pero no menos importante, es el color. Si una zanahoria se vuelve marrón u oscura mientras está en la bolsa, significa que es hora de tirarla. Si llega a ese punto, probablemente también notarás el olor acre y el moho que la rodea.
Cómo evitar que las zanahorias baby se vuelvan viscosas
Como ya hemos mencionado anteriormente, las zanahorias baby suelen colocarse en sus envases sin su piel protectora. Esto significa que los encargados del envasado las pelan antes de meterlas en las bolsas.
El proceso de pelarlas antes de meterlas en su envase no es la forma más beneficiosa de manipular las verduras. De hecho, tampoco es el método más seguro para el medio ambiente. Genera muchos residuos de alimentos, y arruinará tus zanahorias baby acortando su frescura.
Una vez que las compras, se supone que debes guardarlas en la nevera y consumirlas en un par de días. Pero si las dejas ahí un poco más, puede que encuentres esa gruesa capa viscosa en ellas.
Para evitarlo, saca las zanahorias baby de su envase y colócalas en un tarro lleno de agua limpia. Guarda las zanahorias baby en el frigorífico, y podrás conservarlas hasta cuatro o cinco días.
Si quieres conservar las zanahorias baby durante más tiempo, puedes cambiar el agua del tarro. Sin embargo, asegúrate de comprobar que las zanahorias huelen bien, no parecen blandas y tienen un aspecto general saludable.
Si se ajustan a todos estos parámetros, puedes conservar las zanahorias baby en el frigorífico un par de días más. Pero nuestro consejo es que las consumas cuanto antes.
Si no quieres que se desperdicien, pero no sabes qué hacer con ellas, puedes probar a tomarlas con un poco de humus, o con otra salsa que te apetezca.
En la mayoría de los casos, no es muy seguro retirar la capa protectora de una zanahoria si no vas a consumirla inmediatamente, pero es una práctica habitual de los productores guardar las zanahorias baby en su envase.
¿Cómo se arreglan las zanahorias baby babosas?
Técnicamente, puedes lavar la baba blanca de las zanahorias, pero no es tan fácil. La baba suele proceder del interior de la zanahoria, ya que intenta equilibrar la humedad y mantenerse viva.
Por lo tanto, necesita un lavado adecuado y a fondo antes de que puedas comerlas o utilizarlas para cocinar una comida. Si están muy babosas, pero no detectas todavía ningún trozo blanco o mohoso, puedes utilizarlas simplemente para preparar tu próxima comida.
Es un poco más seguro cocinarlas en lugar de comerlas crudas, ya que el calor matará cualquier bacteria que haya en el interior de las zanahorias baby viscosas.
Cómo evitar que las zanahorias normales se vuelvan viscosas
Evitar que las zanahorias de tamaño normal se pongan babosas sigue siendo un proceso más fácil que el de las zanahorias baby. Éstas tienen una ventaja que sus homólogas más pequeñas no poseen: su piel.
La capa aislante de la zanahoria es esa película áspera y grisácea que cuida y protege el núcleo de las zanahorias. Retiene la humedad, retrasando el proceso de putrefacción.
Si compras las zanahorias en un supermercado, es probable que las recibas en una bandeja o una bolsa de plástico. Una vez en casa, puedes guardarlas así en tu frigorífico, siempre que rompas el plástico para que circule el aire.
Te durarán unas semanas, pero otra forma te permitirá guardarlas durante más tiempo. Es un proceso similar al que se utiliza para las zanahorias tiernas peladas.
Saca las zanahorias de la bolsa y no les quites la piel protectora. Coge una jarra o un tarro con tapa y llénalo de agua limpia y fresca. Sumerge tus zanahorias así y guárdalas en la nevera.
Si tus zanahorias aún tienen esos trozos verdes en la parte superior, es mejor que los retires antes de guardarlas. Esas hojas verdes de la parte superior restarán humedad a tus hortalizas naranjas, permitiendo que se pudran antes.
Cambia el agua de la jarra cada cinco o seis días y tendrás zanahorias frescas y crujientes durante al menos un mes o incluso más.
Esta es una forma eficaz de evitar que las zanahorias se estropeen en la nevera. Pero recuerda que las zanahorias viscosas no significan que estén podridas. Si las zanahorias siguen siendo anaranjadas y firmes, todavía se pueden comer o utilizar en tus recetas.
Si las zanahorias se vuelven blancas, están blandas y tienen un olor extraño, deshazte de ellas. Ya no son seguras y pueden provocar graves problemas de salud.
¿Cómo se arreglan las zanahorias babosas?
Al igual que las zanahorias baby, puedes lavar la baba de tus zanahorias de tamaño normal, pero será difícil.
El proceso es exactamente el mismo. La falta de humedad proviene del interior de la zanahoria, por lo que necesita un fregado adecuado y cuidadoso antes de poder consumirlas.
¿Se pueden comer las zanahorias babosas?
En general, sí. Pero todo depende de la zanahoria y de la forma en que se haya almacenado. Si tus zanahorias están viscosas pero siguen teniendo un aspecto brillante y anaranjado, y si aún están firmes, sí. Puedes comerte las zanahorias aunque estén viscosas.
Sólo tienes que tomarte el tiempo de enjuagarlas bien bajo el agua fría, e incluso utilizar un pelador o un cuchillo para ayudarte a quitar la baba antes de comerlas o utilizarlas en tus recetas.
Si tus zanahorias tienen un olor nauseabundo que se parece al de la lejía, si tienen un color pardo o más oscuro, y si están esponjosas o blandas, no las consumas y tíralas.
Son zanahorias podridas y no es seguro comerlas ni utilizarlas para cocinar de ninguna manera. Recuerda que el mismo concepto se aplica tanto a las zanahorias de tamaño normal como a las zanahorias baby.
El truco para mantenerlas frescas durante mucho tiempo es almacenarlas adecuadamente con los métodos ilustrados anteriormente y tener siempre presente la fecha de consumo preferente que figura en su envase.
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