Cómo recalentar la polenta - Las 3 mejores maneras

Como Recalentar Polenta – Las 3 Mejores Maneras

La polenta es un popular plato italiano elaborado con harina de maíz hervida, que suele servirse como papilla caliente, o enfriarse y solidificarse en un pan que puede hornearse, freírse o asarse. Sería una pena tirar las sobras, sobre todo porque hay muchas recetas que utilizan la polenta sobrante para hacer otros platos estupendos.

¿Cuál es la mejor manera de recalentar la polenta? La mejor manera de recalentar la polenta es usar el horno, si se recalienta la polenta dura, o usar una sartén si se recalienta la polenta blanda. También puedes utilizar el microondas si quieres un método realmente rápido.

Indice

Las mejores formas de recalentar la polenta

Recalentar la polenta no es una tarea difícil, pero lo primero que debes tener en cuenta es que es necesario guardar tu plato de polenta correctamente si quieres poder disfrutarla durante los días siguientes.

Si quieres comer las sobras de polenta en los próximos días (hasta tres), lo más fácil es guardarlas en la nevera. Esto puede hacer que la polenta se seque un poco, pero sigue siendo la forma más rápida y segura de almacenar la polenta.

Hay algunos consejos que pueden ayudarte a evitar el problema de la sequedad: deja que la polenta se enfríe completamente antes de meterla en el frigorífico, y envuélvela en un paño limpio o cúbrela con unas toallas de papel, y luego séllala con papel de plástico. El papel de aluminio no funciona, pero también puedes intentar sellar la polenta al vacío.

También puedes guardarla en el congelador, pero tienes que asegurarte de que no hay pérdida de agua, pues de lo contrario tu polenta corre el riesgo de perder su forma y textura. También hay algunos consejos para este método de almacenamiento.

En primer lugar, tienes que dejar que la polenta se enfríe y luego cortarla en rodajas: envuelve las rodajas en papel de aluminio y mételas en una bolsa para alimentos antes de guardarlas en el congelador. También puedes congelar la polenta en una bandeja, dejando espacio entre una rebanada de polenta y otra, para poder guardar las rebanadas en una bolsa ziplock cuando estén congeladas.

La polenta puede dejarse en el congelador hasta tres meses, y es mejor consumir las porciones descongeladas en 24 horas.

Una vez que sepas cómo conservar la polenta correctamente, hay varios métodos diferentes que puedes utilizar para recalentarla, y el mejor depende sobre todo de los aparatos de cocina que puedas utilizar. Todos los métodos que hemos enumerado funcionan bien, así que la decisión depende completamente de ti.

El método que elijas también dependerá del tipo de polenta que vayas a recalentar: hay métodos que funcionan mejor para recalentar polenta cremosa y métodos que funcionan mejor para recalentar polenta al horno.

Hemos preparado esta práctica guía para ayudarte a elegir el mejor método para conseguir la consistencia y el sabor perfectos cuando recalientes la polenta que te ha sobrado.

Cómo recalentar la polenta en una sartén

Uno de los mejores métodos para recalentar la polenta es utilizar una sartén: puedes cortar la polenta ya enfriada en trozos más pequeños y luego crujirlos en una sartén, ¡o incluso puedes freír la polenta sobrante!

Este método no funciona si quieres recalentar polenta cremosa, pero es increíble si tienes polenta dura y quieres probar algo nuevo.

Recuerda que debes asegurarte de que utilizas polenta completamente enfriada, y que debes utilizar un poco de mantequilla para evitar que la polenta se pegue a la sartén.

Si quieres freír la polenta que te ha sobrado, sólo tienes que añadir tanto aceite como necesites (dependiendo de la cantidad de polenta que tengas) y freír los trocitos de polenta hasta que estén dorados.

Estos son los pasos para recalentar la polenta en una sartén:

  1. Corta la polenta que te ha sobrado en trozos más pequeños.
  2. Calienta una sartén con un poco de mantequilla.
  3. Asa los trozos durante 5 minutos.
  4. Dales la vuelta y ásalos durante 5 minutos más.

Cómo recalentar la polenta en una cacerola

Si tu objetivo es recalentar la polenta cremosa, ¡una cacerola puede ser tu mejor amiga! El truco para conseguir que la polenta enfriada y refrigerada vuelva a su estado anterior, suave y delicioso, es tener paciencia... ¡y añadir más líquido!

El principal problema cuando intentas recalentar la polenta blanda es que, después de unos días en el frigorífico, la polenta que te ha sobrado está definitivamente más dura que antes.

Por eso tienes que añadir más líquido para recuperar su consistencia original. Una vez que hayas añadido más líquido, sólo es cuestión de batir todos los grumos, y ya está.

Estos son los pasos para recalentar la polenta en una cacerola:

  1. Calienta una cacerola con un poco de mantequilla.
  2. Añade la polenta que te ha sobrado y empieza a batir.
  3. Añade un poco de agua o leche sobre la marcha.
  4. Sigue batiendo hasta alcanzar la consistencia deseada.
  5. Añade más líquido si es necesario.

Cómo recalentar la polenta en el horno

Otro método realmente sencillo que puedes utilizar es recalentar la polenta en el horno: se trata de un método rápido y sencillo con el que puedes obtener tu polenta en perfecto estado en poco tiempo, y es perfecto cuando quieres recalentar polenta congelada.

Lo único que debes tener en cuenta es que, cuando recalientes la polenta en el horno, debes utilizar las sobras cuando aún estén frías.

No es necesario dejar que la polenta se descongele: así el agua de la polenta se liberará en el horno y se secará inmediatamente sin comprometer la textura.

Estos son los pasos para recalentar la polenta en el horno:

  1. Enciende el horno a 180 grados Celsius o 356 grados Fahrenheit.
  2. Coloca las rodajas de polenta enfriadas en una fuente apta para el horno.
  3. Caliéntalas durante 20 minutos.
  4. Si las quieres más crujientes, puedes utilizar el grill durante los últimos 5 minutos.

Cómo recalentar la polenta en el microondas

El tercer método que puedes utilizar para recalentar la polenta es el microondas: se trata de otra opción realmente rápida y fácil que también funciona muy bien para la polenta blanda.

Cuando quieras recalentar polenta precocida en el microondas, debes asegurarte de añadir más líquido (un poco de agua o leche, según sea necesario) al plato para que la polenta vuelva a tener una consistencia cremosa.

Al igual que cuando utilizas el horno, no es necesario dejar que la polenta se descongele: la polenta que te sobra soltará agua en el microondas, y esto hará que la textura siga siendo la misma.

Estos son los pasos para recalentar la polenta en el microondas:

  1. Pon tu polenta sobrante en un recipiente apto para microondas.
  2. Caliéntala durante un minuto, luego retírala y remuévela.
  3. Añade unas gotas de agua o leche si es necesario.
  4. Repite los dos últimos pasos hasta que la polenta se haya calentado uniformemente y haya alcanzado la consistencia deseada.

¿Se puede recalentar la polenta?

La respuesta a esta pregunta es sí, puedes recalentar la polenta que te haya sobrado para poder disfrutar de este delicioso plato durante unos días: sólo tienes que acordarte de guardarla y recalentarla adecuadamente.

Puedes elegir el método que prefieras para recalentar la polenta entre los que hemos enumerado anteriormente: cada uno funciona para diferentes necesidades y según la disponibilidad de tus aparatos de cocina.

Si quieres recalentar polenta blanda, puedes elegir entre dos métodos diferentes: puedes utilizar el microondas, asegurándote de calentar a intervalos cortos y de comprobar la temperatura, o puedes utilizar una cacerola.

Con ambos métodos, tienes que añadir un poco más de líquido, leche o agua, para asegurarte de que tu polenta recupera su textura y consistencia originales. Añade unas gotas de líquido cuando empieces y luego añade más a medida que vayas avanzando, según tus necesidades.

También puedes probar a recalentar la polenta en una sartén, cortando tu polenta previamente enfriada en trozos más pequeños y simplemente asándolos en el fuego. Esta es una forma muy rápida de disfrutar de la polenta sobrante, e incluso puedes intentar freírla.

Lo último que puedes hacer es recalentar la polenta en el horno, asegurándote de que utilizas polenta aún fría, directamente del frigorífico o del congelador. Esta es la mejor manera de recalentar la polenta dura, y además es muy rápida y sencilla.

Sea cual sea el método que elijas, ten en cuenta que tu objetivo número uno es intentar conseguir la textura y consistencia originales de la polenta, así que utiliza los consejos que te hemos dado para conseguirlo.

Hay muchas recetas que requieren polenta sobrante: también puedes echar un vistazo a algunas de ellas, y aprovechar tus sobras para hacer algo completamente nuevo.

Sigue nuestra guía paso a paso para asegurarte de que recalientas la polenta de forma correcta, ¡y podrás disfrutar de tus restos de polenta incluso en los próximos días!

Antonella

Antonella ha trabajado como chef durante más de 10 años y ha colaborado con varios sitios web y publicaciones como escritora fantasma. Tras licenciarse en la escuela de cocina, siempre ha trabajado como chef en restaurantes de alto nivel y ha impartido clases de cocina por todo el país. Tras establecerse en California, Antonella ha puesto en marcha su propio negocio de catering y ha escrito para CookandLogic desde sus inicios, aportando sus años de experiencia en lo que respecta a ingredientes, recetas y consejos culinarios.

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