Bistec poco cocinado: Todo lo que debes saber para estar seguro
Aunque seas un fanático del bistec poco hecho, hay algunos requisitos a la hora de prepararlo correctamente. No hay nada peor que la carne poco hecha, pero a veces es difícil determinar el mejor tiempo y temperatura de cocción.
Si prefieres preparar un filete en casa, ya sabes lo confuso y complicado que puede resultar el proceso.
Puede ser todo un reto cocinar el filete lo suficiente como para que conserve todos sus sabores y su ternura, sin que se pase de cocción hasta el punto de que quede seco.
Sigue leyendo para saber cómo puedes reconocer un filete poco hecho y evitar cualquier consecuencia para tu salud.
¿Cómo saber si el filete está poco hecho?
La mejor manera de reconocer un filete poco hecho es cortar una loncha y echar un vistazo antes de probar la carne. Un filete poco hecho suele tener los lados dorados, que es lo que crea la mayor confusión a la hora de cocinarlo correctamente.
1. Termómetro para carne
La mejor herramienta en la que puedes invertir si te gusta preparar filetes en casa es un termómetro para carne. Es sin duda el mejor y más preciso método para determinar si la carne está cocida o no, y además es extremadamente fácil de usar.
Dependiendo del grado de cocción que te guste el bistec, buscarás diferentes temperaturas. En cualquier caso, todo el mundo está de acuerdo en que el filete está bien cocinado a unos 75 °C (que son 167 °F). Todo lo que esté por debajo de esta temperatura suele indicar un filete poco hecho.
Sin embargo, si la temperatura alcanza un punto superior a los 75°C, suele significar un filete demasiado cocido. Esto también es algo que debes evitar. Aunque quieras que la carne esté bien cocida, nunca debe estarlo en exceso.
La carne demasiado cocida perderá toda su humedad y grasa, que son las fuentes de todos los sabores y aromas. La textura del filete se volverá más bien gomosa, seca y masticable. Ni siquiera empaparlo de salsa compensará la falta de humedad natural.
2. Prueba el filete
Si no tienes un termómetro de carne, siempre puedes recurrir a métodos más tradicionales para asegurarte de que el filete está bien cocinado. Puedes simplemente presionar el filete para comprobar su densidad, y si está demasiado blando sabrás que debe cocinarse un poco más.
Este tipo de método de comprobación sólo funcionará si has preparado el filete antes. Y, por supuesto, si sabes exactamente cómo se siente un filete bien hecho. Si el filete está demasiado denso, puede que lo hayas cocinado demasiado.
¿Qué aspecto tiene un filete sin cocinar?
Aunque el filete parezca hecho por fuera, puede estar bastante crudo por dentro. Esto suele ocurrir cuando no se ha ajustado bien la temperatura de cocción. Mientras los lados están cocinados, la parte central suele estar completamente cruda.
La parte interior del filete suele tener el color de la carne cruda. El filete estará blando al tacto, mientras que los lados pueden estar un poco carbonizados. Además, mientras que los lados pueden estar bien cocidos y bien hechos, cuando presiones el filete, estará muy blando.
Si tienes un filete crudo por el centro, también soltará jugos sanguinolentos cuando lo cortes, ya que el núcleo del corte no se ha cocinado correctamente.
Ahora bien, te preguntarás cómo se distingue un filete apenas cocinado de un filete poco hecho. ¿Especialmente si lo que quieres es un filete poco hecho? Una vez más, la prueba del tacto viene al rescate.
Un filete poco hecho estará muy blando e incluso pastoso al tacto, aunque los lados estén dorados. Aunque el filete poco hecho seguirá siendo tierno, notarás que no está tan blando como la carne cruda, y tendrá algo de textura.
Además, definitivamente habrá una diferencia en el olor y el aroma de estos filetes. Un filete poco hecho correctamente tendrá un olor a chamusquina. Un filete poco hecho suele oler directamente a carne cruda, ya que los sabores no se han desarrollado todavía.
¿Es seguro comer un filete medio crudo?
En general, sí. Un bistec medio crudo, siempre que sea carne roja y no de pollo, es seguro si la temperatura interior alcanza los 145 °F.
Mientras que un filete poco hecho suele estar frío y muy rosado en el centro, un filete poco hecho debe estar caliente en el centro. En este caso, el tono rosado-rojizo no será tan drástico. Sin embargo, un filete a medio cocer seguirá siendo muy suave y jugoso por dentro.
Si te cuesta notar la diferencia entre un filete medio raro y uno medio bueno, la principal diferencia está en el color de la parte central, que significa el nivel de cocción.
Un filete medio raro seguirá teniendo un núcleo más rosado. En cambio, un filete medio bueno tendrá sobre todo un color marrón grisáceo con un toque de rosa en el centro.
Sin embargo, si te gusta que el filete esté bien cocinado y quieres evitar cualquier signo de carne cruda, optarás por un filete bien hecho. El interior de este filete es gris y marrón, y no hay rastros de matices rosados ni de carne ensangrentada.
Una de las cosas más difíciles de conseguir al cocinar un filete es que esté bien hecho y que no esté demasiado seco y masticable. En este caso, tenemos que decir que la práctica hace la perfección, ¡y un termómetro para carne es realmente útil!
Cómo salvar un filete poco hecho
En caso de que el filete esté poco hecho, puedes simplemente volver a colocarlo en el horno, la olla o la parrilla para que se cocine un poco más. Sin embargo, si tienes poco tiempo y quieres prepararlo cuanto antes, lo mejor sería cortarlo en rodajas.
Así podrás saber cuándo está lista la carne sin tener que hacer ninguna prueba. Además, no tendrás que preocuparte de que esté poco o demasiado hecha.
¿Puedes enfermar por comer un filete poco hecho?
Al manipular cualquier tipo de carne, independientemente del plato que prepares y del método de cocción que utilices, es importante que te asegures de que la carne es fresca y de que se ha almacenado correctamente, a la temperatura adecuada, siguiendo todos los requisitos de seguridad.
Por tanto, no te recomendamos que compres tu carne, ya sea filete o cualquier otro corte de carne, a vendedores no registrados. Su producto podría no haber sido sometido a todas las pruebas de calidad requeridas, así como a los protocolos sanitarios.
Ahora bien, te preguntarás, ¿cómo puedes saber si el corte de carne que estás comprando es fresco? Aparte de confiar en vendedores autorizados y registrados, es necesario que realices por tu cuenta ciertas pruebas de calidad para asegurarte de que estás trabajando con carne fresca:
- la prueba visual: en el caso de la carne de vacuno o de cualquier otra carne roja, la carne debe tener un color rojo brillante en todo el corte, sin ningún cambio de color. Si la carne es de color púrpura, es posible que haya sido descongelada y luego congelada de nuevo, lo que puede ser bastante peligroso.
- La prueba del tacto: el corte de carne fresca debe "rebotar" al presionarlo. En caso de que esto no ocurra, podría significar que la carne no es tan fresca y eso está haciendo que pierda su estructura y elasticidad.
- La prueba del olor: es una de las pruebas más precisas que existen para asegurarte de que el filete con el que estás trabajando es lo más fresco posible. La carne fresca y de calidad no debe tener ningún tipo de olor fuerte, salvo el olor natural de la sangre.
En caso de que percibas algún tipo de olor desagradable, o una pizca de lejía, no debes utilizar la carne, y definitivamente no debes preparar un filete poco hecho, ya que podría ser bastante peligroso. Recuerda que cualquier olor extraño o desagradable puede indicar que la carne se ha estropeado.
¿Qué ocurre si comes un filete poco hecho?
En caso de que el filete no se haya almacenado correctamente, o no sea fresco, hay muchos riesgos para la salud si comes carne poco hecha.
Un bistec puede ser portador de un gran número de especies bacterianas peligrosas. Entre ellas están Pseudomonas spp., Salmonella, E.coli, Shigella y Staphylococcus. Pueden causar muchos efectos adversos asociados a la intoxicación alimentaria.
Además, la carne de vacuno también puede tener parásitos, como la lombriz solitaria, que pueden causar una serie de infecciones parasitarias. Según muchas fuentes, la forma más segura de consumir un filete de ternera es hacerlo a la temperatura de 145 grados Fahrenheit.
Todo lo que esté por debajo de esa temperatura se considera carne poco cocinada, lo que conlleva un gran riesgo de consecuencias para la salud. Esto es especialmente importante para los grupos sensibles.
De hecho, las mujeres embarazadas, los ancianos, los niños menores de 5 años y las personas inmunodeprimidas no deben comer nunca carne cruda. Si perteneces a alguno de los grupos sensibles, te recomendamos que pruebes un filete bien hecho en su lugar.
En resumen, nunca recomendaríamos comer un bistec poco hecho si desconoces el origen y las condiciones de conservación de la carne. Además, si preparas este filete en casa, te aconsejamos que utilices un termómetro de carne para asegurarte de que ha alcanzado una temperatura segura.
A la hora de pedir un filete poco hecho en los restaurantes, volvemos a recomendar que se dé prioridad a la calidad y a los requisitos sanitarios. Esto significa que siempre debes prestar atención a las reseñas e investigar sobre los restaurantes que vas a visitar.
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