¿Puré de patatas demasiado salado? Aquí tienes 6 maneras de arreglarlas

¿El pure de papas es demasiado salado Aqui hay 6

El plato principal no será tan notable si no va acompañado de una deliciosa guarnición. ¿Y cuál es la guarnición por excelencia si no es el puré de patatas?

Es increíblemente fácil de hacer, y tiene un tiempo de preparación rápido. Pero aunque no sea extremadamente complicado de preparar, puede haber algún que otro bache durante el proceso.

De hecho, no hay nada peor que cuando tienes invitados a cenar, y todo va sobre ruedas hasta que ocurre lo peor. Mientras das los últimos toques a tu puré de patatas, se te cae un poco de sal encima.

Sin embargo, a no ser que se te haya caído todo el salero en la guarnición, el puré de patatas salado aún se puede salvar, y aquí te decimos cómo.

Indice

Cómo arreglar el puré de patatas salado

Añadir demasiada sal al puré de patatas puede parecer la cosa más terrible que podrías hacer mientras cocinas la cena, ¡pero que no cunda el pánico!

Hay algunos métodos que ayudan a neutralizar la sal en la comida, pero no todos los métodos funcionan para todos los platos.

Por ejemplo, el viejo consejo de añadir más agua para diluir la proporción de sal puede funcionar en algo acuoso como una sopa. Pero definitivamente te dará resultados no tan buenos con el puré de patatas.

El agua hará que tu puré de patatas sea demasiado líquido, y arruinará su maravillosa textura sedosa y delicada.

Tampoco te recomendamos que añadas una mezcla de diferentes especias a tu puré de patatas para intentar resolver tu problema.

En muchos casos, las distintas especias ya contienen sal, lo que empeora aún más la salinidad de tu puré de patatas.

Por lo tanto, ¿cómo se arregla el puré de patatas salado? ¡Sigue nuestro sencillo truco de abajo para asegurar un rescate rápido y sin esfuerzo de tu delicioso lado de puré de patatas!

1. Leche y mantequilla

Un líquido que puedes utilizar para que el puré de patatas esté menos salado es la leche. Tanto si se trata de leche normal como de leche vegetal, te ayudará a diluir la sal de tu puré de patatas sin que quede demasiado líquida como ocurre con el agua.

Además, es estupendo que la receta perfecta de puré de patatas ya lleve leche. Hace que todo el plato sea más cremoso y agradable al paladar.

Sólo tienes que añadir un poco de leche a la vez que remueves el puré de patatas. Deja que absorba bien el líquido antes de echar un poco más.

Si se te ocurre añadir un poco de leche de más, puedes pasar el puré de patatas a una bandeja de horno y meterlo en el horno a 325°F durante 10 o 15 minutos.

Esto le dará un toque elegante a tu guarnición de patatas y salvará tu precioso trabajo culinario.

Si no quieres incluir más leche en tu puré de patatas, también puedes probar a utilizar un poco de mantequilla sin sal.

Si el daño no es demasiado importante, es posible añadir un trozo o dos para que el puré de patatas sea menos salado.

No es recomendable añadir demasiada, ya que de lo contrario, hará que tu guarnición esté demasiado llena de grasas saturadas y un poco demasiado mantecosa al gusto.

Para intentar evitar mezclar demasiada leche o demasiada mantequilla con tu puré de patatas, es posible incluso incluir y combinar las dos cosas.

Añade unas cucharadas de leche, remueve bien y luego añade uno o dos trozos de mantequilla sin sal. Cuando hayas terminado de remover, si tu puré de patatas sigue estando demasiado salado, puedes añadir un poco más de leche o mantequilla a la mezcla.

2.Crema

Este método es muy parecido a añadir leche o mantequilla a tu puré de patatas. Si aún no has utilizado leche, puedes añadir un poco de nata a la mezcla.

Al ser más espesa que el agua o incluso la leche, hará que tu puré de patatas sea más cremoso y esponjoso, y también ayudará a matizar la comida salada.

Sin embargo, no recomendamos utilizar demasiada nata, ya que podría alterar completamente tu puré de patatas. Así que si la adición de nata a tu plato no funciona, quizá debas considerar la posibilidad de volver a prepararlo.

Si eres de los que creen que la esperanza muere al final, ¡puede que tengamos algunos métodos más para ti!

3. Limón y vinagre blanco

Puede parecer un consejo extraño, pero añadir una o dos cucharadas de algo ácido, como zumo de limón o vinagre blanco, puede ayudar.

Neutralizar la sal en la comida siempre es un poco complicado, pero las sustancias ácidas podrían actuar contra la salinidad, intentando devolver el equilibrio a tu comida.

Utilizar limón en tu plato de puré de patatas puede sonar un poco raro, y es totalmente legítimo pensar que probablemente dejará un regusto amargo a tu comida.

Sorprendentemente, unas gotas de zumo de limón añaden en realidad más sabor al puré de patatas. Es posible que te guste tanto que incluso se convierta en una constante en tu receta en el futuro.

Si no tienes limones a mano, puedes añadir una cucharada de vinagre blanco, pero intenta no pasarte. ¡Existe la posibilidad de que tu comida pase de salada a ácida en cuestión de segundos!

Ambas son opciones decentes y viables para arreglar un puré de patatas demasiado salado. Pero si no te apetece arriesgarte incluyendo ingredientes ácidos, puede que haya un truco más que puedas aprender y probar.

4. Más patatas

Si no quieres modificar tu puré de patatas añadiendo leche, mantequilla, nata, zumo de limón o vinagre blanco, la única otra opción es incluir más patatas.

Si aún te quedan patatas en casa, o si tienes la posibilidad de ir a coger más en un supermercado cercano, ¡ésta es la única salida!

Coge más patatas, asegúrate de pelarlas y fregarlas antes de repetir el mismo proceso que has hecho con las anteriores.

Hiérvelas y hazlas puré, pero esta vez no las sales. Añádelas sin sal al resto del puré de patatas. Esto ayudará a equilibrar el nivel de sal en tu plato.

Un buen consejo es no salar el agua donde hierves las patatas. Suelen absorber mucha agua al hervir. Posteriormente, absorben lo que se haya añadido al agua burbujeante, en este caso, la sal.

Por tanto, cuando prepares puré de patatas, no sales el agua, sino que añades la sal después de machacarlas. Asegúrate de batir bien las patatas después de salarlas, y prueba sobre la marcha para asegurarte de que suben a los niveles deseados.

Si no tienes más patatas en casa, y si no tienes la posibilidad de conseguir más, prueba a añadir puré de coliflor u otras raíces trituradas, como zanahorias, boniatos o incluso nabos.

5. Nata agria y yogur griego

La nata agria y el yogur griego son aliados fantásticos si se te ha caído un poco de sal en el puré de patatas.

La textura cremosa y el sabor ácido de la nata agria, preferiblemente sin grasa, neutralizarán perfectamente el exceso de sal de tus patatas. Además, ¡le dará un toque elegante a tu guarnición!

El yogur griego natural también es una alternativa estupenda, aunque dará a tu puré un regusto agudo. Sin embargo, su consistencia espesa podrá convertir tu puré en un cielo esponjoso y sedoso.

No hay una proporción real a la que debas atenerte. Sólo tienes que añadir crema agria o yogur griego a tu puré de patatas y probarlo sobre la marcha para asegurarte de que alcanzas el nivel necesario.

Si optas por el yogur griego, recuerda utilizar uno natural (en este caso también es preferible que no tenga grasa).

6. Acompaña los platos con menos sal

Disminuir la sal de tu plato principal o de otros alimentos mientras sirves tu puré de patatas salado puede ayudarte en la cocina. Puede parecer demasiado obvio, pero servirá de algo.

Porque puede que no tengas tiempo de preparar tu puré de patatas salado. En ese caso, servir menos alimentos salados a lo largo de la comida es una solución fácil y rápida.

La falta de sal en tus platos, mezclada con la salinidad de tu puré de patatas, creará un equilibrio que podrá engañar a tus invitados.

Cómo hacer un puré de patatas perfecto

Cada familia tiene la receta para preparar el puré de patatas perfecto. Siempre hay un ingrediente secreto para que esta guarnición sea totalmente irresistible.

En primer lugar, cuando elijas las patatas para el puré, utiliza siempre las más grandes. Quítales la piel y enjuágalas bien bajo el agua fría del grifo.

Ahora, se puede proceder de dos formas alternativas:

  1. Coge las patatas y colócalas en agua fría en una cacerola y deja que hiervan durante una hora aproximadamente.
  2. (Alternativa) Corta las patatas en trozos del mismo tamaño antes de sumergirlas en agua fría. Recuerda, ¡no sales el agua!
  3. Cocina a fuego medio-alto durante 40 minutos si cortas las patatas en trozos, hasta una hora si las cocinas enteras.
  4. Una vez que puedas atravesar las patatas con el tenedor, escurre el exceso de agua y añádelas a un bol lo suficientemente grande.
  5. Coge un machacador de patatas (si no tienes uno, bastará con un tenedor normal) y empieza a machacar las patatas hasta que sólo queden unos pocos trozos.
  6. Ya puedes añadir sal, un poco de pimienta negra y un poco de leche normal o vegetal al plato.
  7. Bate bien la mezcla y el condimento. Sigue machacando los distintos trozos de patata hasta obtener un puré sedoso y cremoso.
  8. Una vez que hayas añadido todo esto a la mezcla, llega el momento del ingrediente secreto. Una cosa que añade ese sabor extra al puré de patatas normal es la nuez moscada. La hace tan rica y sabrosa que, una vez que la pruebes, nunca volverás al puré de patatas de siempre.

Recuerda que es mejor añadir sal después de aplastarlas, por una sencilla razón. Las patatas tienden a absorber mucha agua mientras hierven. Por lo tanto, es fácil obtener patatas excesivamente saladas si añades sal tanto antes como después de hervirlas/ aplastarlas.

El truco consiste en añadir gradualmente la sal cuando las patatas ya estén machacadas y en probarla a medida que se sazona. Pero si las cosas se te van un poco de las manos y tu puré de patatas está demasiado salado, no te preocupes.

Sólo tienes que añadir más leche normal o vegetal a la mezcla para equilibrar la salinidad. La mantequilla sin sal o la nata también servirán.

O, si te sobran patatas en casa, hiérvelas y añádelas al puré. Aumentar el volumen de las patatas en el puré equilibrará la sal que contienen.

Por último, pero no menos importante, puedes añadir una o dos cucharadas de algo ácido, como zumo de limón o vinagre blanco. Alterará un poco el sabor de tu puré de patatas, pero resolverá tu problema.

Antonella

Antonella ha trabajado como chef durante más de 10 años y ha colaborado con varios sitios web y publicaciones como escritora fantasma. Tras licenciarse en la escuela de cocina, siempre ha trabajado como chef en restaurantes de alto nivel y ha impartido clases de cocina por todo el país. Tras establecerse en California, Antonella ha puesto en marcha su propio negocio de catering y ha escrito para CookandLogic desde sus inicios, aportando sus años de experiencia en lo que respecta a ingredientes, recetas y consejos culinarios.

Entradas Relacionadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir